English below. Italiano sotto.
Los viajes tienen esto. A veces los países te sorprenden gratamente y otras, en cambio, te decepcionan. La última gran decepción sucedió en Laos… hasta que entramos en Malawi. Es curioso cómo a algunos este país les parece único y a otros no…
Con respecto a Zambia no notamos ese cambio brusco que alguno nos había anunciado. Es cierto que bajó algo la variedad de verduras que podía encontrarse en el camino, que había menos donde elegir en las estanterías de los supermercados y que los campos estaban menos cultivados, pero tampoco la vimos mucho peor. Toda el área que rodea al inmenso lago Malawi era muy fértil y cultivada y los árboles frutales abundaban por todas partes. Llevar agua a casa y trabajar su pedacito de tierra (si lo tenían) parecían ser las dos grandes ocupaciones de la gente. Pero a pesar de la evidente pobreza generalizada, como en gran parte de África, no vimos apenas diferencia con Zambia. Así que cuando vemos imágenes de otros países como Yemen, Sudán del sur o Somalia nos cuesta entender que Malawi sea considerado más pobre que estos países donde la gente no tiene absolutamente nada para llevarse a la boca. Un país con buen clima, lluvia, agua de sobra, cómo puede ser comparado con estos que se mueren literalmente de hambre?
Pensándolo bien quizás lo que ha hecho que Malawi nos haya decepcionado ha sido la actitud de la gente. Y puede que la culpa no sea suya al cien por cien sino que las ONG extranjeras tengan también mucho de decir al respecto. El país recibe más de la mitad de su PIB de la cooperación internacional. Algunas ONG (no todas) despilfarran dinero, creando funcionarios locales a quienes la ayuda final les importa un rábano. “Solo quieren chupar del bote, es dinero tirado”, nos decían voluntarios occidentales que conocimos y que despertaron de su sueño altruista al ver in situ lo que hay detrás. Cientos de voluntarios llegan de todas las partes del globo dedicando su tiempo a ayudarles a mejorar su situación pero descubren que muchos no parecían estar dispuestos a dejarse ayudar si eso suponía un esfuerzo. Unos médicos alemanes que conocimos se marchaban a casa cansados de la desidia local. Las quejas de los voluntarios frustrados con quienes hablamos eran las mismas: “en Malawi quieren el dinero, no el esfuerzo”. Según estos, parecería que en Malawi están bien como están, que no quieren cambios en sus existencias, ni siquiera aquellos que supondrían una mejora cualitativa en su calidad de vida. Es como si estuvieran cómodos en esa posición de “farolillo rojo”.
Fue chocante desde el momento en que pisamos el país sentirnos como dólares con piernas. Era como que por ser blancos significaba que cagamos dólares. Hasta niños de dos años, que no deberían saber qué es eso, nos pedían dinero cuando nos veían. En realidad la gente no pedía, exigía: “dame dinero!”, “dame la bici!”, “dame las zapatillas!”, “dame las alforjas!”, ”dame….algo!”. Cuando parábamos a comer en alguna sombra en el camino enseguida nos rodeaban y algunos exigían “dame tu comida!”. Era el tono lo que nos enervaba, siempre con la misma cantinela, algo que terminó por desquiciarnos y resultarnos insoportable pedalear por Malawi. Otros querrán ser políticamente correctos y no lo dirán pero a nosotros esto nos asqueó.
En Malawi levantas una piedra y sale un niño. No existe planificación familiar alguna y aunque nadie se muera de hambre, son pobres. La educación primaria es gratuita, no así la secundaria. Muchas familias no pueden permitírselo (o les resulta un gasto inútil) por lo que una gran cantidad de adolescentes se dedicarán a callejear y a ayudar en las tareas de la casa como recoger agua e ir a la chacra. Su futuro será el mismo que el de sus padres.
El gobierno no invierte ni en educación ni en irrigación, por ejemplo. Dice que no tiene dinero y que no puede invertir pero se llenó de escándalos de corrupción con el dinero que llegaba de fuera…La misma historia en todos los lados!
A parte de todo esto, el lago es precioso con alojamientos y comodidades occidentales a donde van los mochileros creyendo que eso es Malawi. La parte norte fronteriza con Tanzania es bellísima y como en todos los lados hemos conocido gente maravillosa. Porque no siempre hemos sido dólares rodantes, a veces, en un 5% de los casos, la gente nos veía como personas. Y esos momentos fueron muy bonitos.
Entramos a Tanzania con ganas de cambiar de chip y por fortuna así sucedió. Inmersos en unos paisajes hermosos nos vimos formando parte de una celebración religiosa en la que acabamos bailando con el cura del pueblo.
Pero esa, será otra historia…(fotos debajo)
Inglés
This is the thing about travels. Sometimes countries surprise you positively and sometimes they disappoint you. Our last disappointment was Laos…until we entered Malawi. It is curious how some people consider this country unique while we did not have the same impression.
Despite of what we had heard from other people, we did not notice a huge difference from Zambia. For sure the variety of vegetables decreased, there were fewer products to choose from in the supermarkets and fields were less cultivated, but to us it did not seem much worse. The entire area along the huge Lake Malawi was very fertile and cultivated and there were fruit trees everywhere. People´s main tasks seemed to be to bring home water and to work in their piece of land (if they had one). Despite of the obvious poverty that you generally find in most parts of Africa, we barely noticed a difference with Zambia. So, when we see images from other countries like Yemen, South Sudan or Somalia, we struggle to understand why Malawi is considered poorer than those countries where people have absolutely nothing to eat. A country with good climate, rain, lots of water, how can it be compared to those ones where people are literally starving to death?
If we think about it, maybe the reason why Malawi disappointed us was its people´s attitude. And maybe it is not 100% their fault, but foreign NGOs also have something to do with it. The country receives more than half of its GDP from international cooperation. Some NGOs (not all of them) squander money, creating local employees who do not care about the final help. “They only want to live off of others, it is wasted money”, told us some western volunteers who had to wake up from their altruistic dream when they saw in situ what´s behind. Hundreds of volunteers arrive from all over the world dedicating their time to help people to improve their situation, but then they discover that many don´t seem to be ready to get help if that supposes an effort. Some German doctors that we met were going back home because they were tired of the local apathy. The frustrated volunteers who we talked to were complaining about the same thing: “in Malawi people only want money, and not the effort”. According to these volunteers, it seemed that in Malawi people like their situation, that they do not want changes in their lives, not even those which would mean an improvement in quality of life. It is as if they would feel comfortable in that position of “last places”.
From the very first moment when we entered the country, it was shocking to feel like walking dollars. It was like, because we are white, it means that we s**t dollars. Even 2 years old kids, who should not even know what it means, were asking us for money when they saw us. And actually they were not even asking, but demanding: “give me money!”, “give me your bicycle!”, “give me your shoes!”, “give me your bags!”, “give me…something!”. When we stopped for eating in the shade, straight away we were surrounded by people and some of them demanded “give me your food!”. It was the tone that exasperated us, always with the same refrain. At the end it drove us crazy and we found it unbearable to cycle through the country. Other people who want to be politically correct will not say this, but we found it really disgusting.
In Malawi you can look in every possible direction and you will find a child. There is no family planning and, even if nobody is starving to death, they are poor. Primary school is free, but secondary is not. Many families cannot afford it (or it seems a useless expense to them), so most of the teenagers will spend their time walking around in the streets or help in house chores like fetching water or working in the field. They will have the same future as their parents.
Los viajes tienen esto. A veces los países te sorprenden gratamente y otras, en cambio, te decepcionan. La última gran decepción sucedió en Laos… hasta que entramos en Malawi. Es curioso cómo a algunos este país les parece único y a otros no…
Con respecto a Zambia no notamos ese cambio brusco que alguno nos había anunciado. Es cierto que bajó algo la variedad de verduras que podía encontrarse en el camino, que había menos donde elegir en las estanterías de los supermercados y que los campos estaban menos cultivados, pero tampoco la vimos mucho peor. Toda el área que rodea al inmenso lago Malawi era muy fértil y cultivada y los árboles frutales abundaban por todas partes. Llevar agua a casa y trabajar su pedacito de tierra (si lo tenían) parecían ser las dos grandes ocupaciones de la gente. Pero a pesar de la evidente pobreza generalizada, como en gran parte de África, no vimos apenas diferencia con Zambia. Así que cuando vemos imágenes de otros países como Yemen, Sudán del sur o Somalia nos cuesta entender que Malawi sea considerado más pobre que estos países donde la gente no tiene absolutamente nada para llevarse a la boca. Un país con buen clima, lluvia, agua de sobra, cómo puede ser comparado con estos que se mueren literalmente de hambre?
Pensándolo bien quizás lo que ha hecho que Malawi nos haya decepcionado ha sido la actitud de la gente. Y puede que la culpa no sea suya al cien por cien sino que las ONG extranjeras tengan también mucho de decir al respecto. El país recibe más de la mitad de su PIB de la cooperación internacional. Algunas ONG (no todas) despilfarran dinero, creando funcionarios locales a quienes la ayuda final les importa un rábano. “Solo quieren chupar del bote, es dinero tirado”, nos decían voluntarios occidentales que conocimos y que despertaron de su sueño altruista al ver in situ lo que hay detrás. Cientos de voluntarios llegan de todas las partes del globo dedicando su tiempo a ayudarles a mejorar su situación pero descubren que muchos no parecían estar dispuestos a dejarse ayudar si eso suponía un esfuerzo. Unos médicos alemanes que conocimos se marchaban a casa cansados de la desidia local. Las quejas de los voluntarios frustrados con quienes hablamos eran las mismas: “en Malawi quieren el dinero, no el esfuerzo”. Según estos, parecería que en Malawi están bien como están, que no quieren cambios en sus existencias, ni siquiera aquellos que supondrían una mejora cualitativa en su calidad de vida. Es como si estuvieran cómodos en esa posición de “farolillo rojo”.
Fue chocante desde el momento en que pisamos el país sentirnos como dólares con piernas. Era como que por ser blancos significaba que cagamos dólares. Hasta niños de dos años, que no deberían saber qué es eso, nos pedían dinero cuando nos veían. En realidad la gente no pedía, exigía: “dame dinero!”, “dame la bici!”, “dame las zapatillas!”, “dame las alforjas!”, ”dame….algo!”. Cuando parábamos a comer en alguna sombra en el camino enseguida nos rodeaban y algunos exigían “dame tu comida!”. Era el tono lo que nos enervaba, siempre con la misma cantinela, algo que terminó por desquiciarnos y resultarnos insoportable pedalear por Malawi. Otros querrán ser políticamente correctos y no lo dirán pero a nosotros esto nos asqueó.
En Malawi levantas una piedra y sale un niño. No existe planificación familiar alguna y aunque nadie se muera de hambre, son pobres. La educación primaria es gratuita, no así la secundaria. Muchas familias no pueden permitírselo (o les resulta un gasto inútil) por lo que una gran cantidad de adolescentes se dedicarán a callejear y a ayudar en las tareas de la casa como recoger agua e ir a la chacra. Su futuro será el mismo que el de sus padres.
El gobierno no invierte ni en educación ni en irrigación, por ejemplo. Dice que no tiene dinero y que no puede invertir pero se llenó de escándalos de corrupción con el dinero que llegaba de fuera…La misma historia en todos los lados!
A parte de todo esto, el lago es precioso con alojamientos y comodidades occidentales a donde van los mochileros creyendo que eso es Malawi. La parte norte fronteriza con Tanzania es bellísima y como en todos los lados hemos conocido gente maravillosa. Porque no siempre hemos sido dólares rodantes, a veces, en un 5% de los casos, la gente nos veía como personas. Y esos momentos fueron muy bonitos.
Entramos a Tanzania con ganas de cambiar de chip y por fortuna así sucedió. Inmersos en unos paisajes hermosos nos vimos formando parte de una celebración religiosa en la que acabamos bailando con el cura del pueblo.
Pero esa, será otra historia…(fotos debajo)
Inglés
This is the thing about travels. Sometimes countries surprise you positively and sometimes they disappoint you. Our last disappointment was Laos…until we entered Malawi. It is curious how some people consider this country unique while we did not have the same impression.
Despite of what we had heard from other people, we did not notice a huge difference from Zambia. For sure the variety of vegetables decreased, there were fewer products to choose from in the supermarkets and fields were less cultivated, but to us it did not seem much worse. The entire area along the huge Lake Malawi was very fertile and cultivated and there were fruit trees everywhere. People´s main tasks seemed to be to bring home water and to work in their piece of land (if they had one). Despite of the obvious poverty that you generally find in most parts of Africa, we barely noticed a difference with Zambia. So, when we see images from other countries like Yemen, South Sudan or Somalia, we struggle to understand why Malawi is considered poorer than those countries where people have absolutely nothing to eat. A country with good climate, rain, lots of water, how can it be compared to those ones where people are literally starving to death?
If we think about it, maybe the reason why Malawi disappointed us was its people´s attitude. And maybe it is not 100% their fault, but foreign NGOs also have something to do with it. The country receives more than half of its GDP from international cooperation. Some NGOs (not all of them) squander money, creating local employees who do not care about the final help. “They only want to live off of others, it is wasted money”, told us some western volunteers who had to wake up from their altruistic dream when they saw in situ what´s behind. Hundreds of volunteers arrive from all over the world dedicating their time to help people to improve their situation, but then they discover that many don´t seem to be ready to get help if that supposes an effort. Some German doctors that we met were going back home because they were tired of the local apathy. The frustrated volunteers who we talked to were complaining about the same thing: “in Malawi people only want money, and not the effort”. According to these volunteers, it seemed that in Malawi people like their situation, that they do not want changes in their lives, not even those which would mean an improvement in quality of life. It is as if they would feel comfortable in that position of “last places”.
From the very first moment when we entered the country, it was shocking to feel like walking dollars. It was like, because we are white, it means that we s**t dollars. Even 2 years old kids, who should not even know what it means, were asking us for money when they saw us. And actually they were not even asking, but demanding: “give me money!”, “give me your bicycle!”, “give me your shoes!”, “give me your bags!”, “give me…something!”. When we stopped for eating in the shade, straight away we were surrounded by people and some of them demanded “give me your food!”. It was the tone that exasperated us, always with the same refrain. At the end it drove us crazy and we found it unbearable to cycle through the country. Other people who want to be politically correct will not say this, but we found it really disgusting.
In Malawi you can look in every possible direction and you will find a child. There is no family planning and, even if nobody is starving to death, they are poor. Primary school is free, but secondary is not. Many families cannot afford it (or it seems a useless expense to them), so most of the teenagers will spend their time walking around in the streets or help in house chores like fetching water or working in the field. They will have the same future as their parents.
The government does not invest money in education or irrigation, for example. It says that it does not have the funds, but then it got involved in a huge corruption scandal with the aid coming from abroad…The same story everywhere!
A part from all of this, the lake is stunning and has western style comforts and accommodations where backpackers go thinking that this is Malawi. The northern part bordering with Tanzania is beautiful and like everywhere we met wonderful people. Because we have not been cycling dollars all the time. Sometimes, in 5% of the cases, people simply saw us as people, and those were very nice moments.
We entered Tanzania hoping in a change and luckily it happened. Surrounded by beautiful landscapes we found ourselves being part of a religious celebration where we ended up dancing with the local priest.
But this is another story…(pictures below)
Italiano
I viaggi sono cosí. A volte i paesi ti sorprendono positivamente ed altre invece ti deludono. La nostra ultima grande delusione era stato il Laos...finché non siamo entrati in Malawi. É curioso come ad alcuni questo paese sembri unico ed a noi non abbia fatto la stessa impressione...
Al contrario di quello che avevamo sentito dire, non abbiamo notato una grande differenza dal Malawi allo Zambia.. Senz´altro si é abbassata la varietá di verdure reperibili nei negozietti di strada e quella di prodotti disponibili sugli scaffali dei supermercati e la campagna é meno coltivata, ma in generale non possiamo dire di aver notato un gran peggioramento. Tutta la zona lungo l´immenso lago Malawi era fertile e coltivata e c´erano alberi di frutta dappertutto. Sembrava che le due occupazioni principali della gente fossero quelle di portare a casa acqua e lavorare il proprio pezzetto di terra (se ce l´avevano). Ma nonostante l´evidente povertá, tipica in gran parte dell´Africa, non abbiamo quasi notato differenze con lo Zambia. Cosí, quando vediamo immagini da paesi come lo Yemen, il Sudan del Sud e la Somalia, fatichiamo a capire che il Malawi sia considerato piú povero di paesi dove le persone non hanno assolutamente nulla da mangiare. Un paese con buon clima, pioggia, acqua in abbondanza, come puó essere paragonato a questi dove si muore letteralmente di fame?
Pensandoci bene, forse il Malawi ci ha delusi a causa dell´atteggiamento della gente. E puó darsi che la colpa non sia tutta della gente, ma che anche le ONG straniere abbiano qualcosa da dire al riguardo. Il paese riceve piú della metá del suo PIL dalla cooperazione internazionale. Alcune ONG (non tutte) sprecano denaro, creando impiegati locali a cui l´aiuto finale non importa nulla. “Vogliono solo aprofittarsi, sono soldi buttati”, ci hanno detto alcuni volontari occidentali che abbiamo conosciuto e che hanno dovuto svegliarsi dal loro sogno altruista quando hanno visto in situ quello che c´era dietro. Centinaia di volontari arrivano da tutto il mondo dedicando il loro tempo ad aiutare a migliorare la situazione della gente, ma poi scoprono che molti non sembrano essere disposti a farsi aiutare se ció comporta uno sforzo. Dei medici tedeschi che abbiamo conosciuto stavano per lasciare il paese perché stanchi dell´apatia locale. I volontari frustrati con cui abbiamo parlato si lamentavano tutti dell stessa cosa: “la gente in Malawi vuole i soldi, non fare sforzi”. Secondo quei volontari, sembrerebbe che in Malawi stiano bene come stanno, che non vogliano cambi nella loro esistenza, nemmeno quelli che comporterebbero un miglioramento nella loro qualitá di vita. É come se si trovassero a proprio agio nella loro posizione di “fanalino di coda”.
Dal primo momento in cui abbiamo messo piede nel paese, é stato scioccante sentirci come dei dollari su due gambe. Era come se, siccome siamo bianchi, si desse per scontato che c******o denaro. Addirittura bimbi di due anni, che non dovrebbero neache sapere cosa significa, ci chiedevano soldi quando ci vedevano. In realtá non é che chiedevano, esigevano: “dammi soldi!”, “dammi la tua bici!”, “dammi le scarpe!”, “dammi le borse!”, “dammi...qualcosa!” Quando ci fermavamo a mangiare all´ombra, venivamo immediatamente circondati da persone e alcuni esigevano “dammi il tuo cibo!”. Era il tono che ci esasperava, sempre con la stessa cantilena, ed alla fine ci ha fatti uscire dai gangheri e reso insopportabile pedalare per il paese. Altri vorranno essere politicamente corretti e non lo diranno, peró a noi quest´atteggiamento ha proprio disgustato.
In Malawi ovunque ti giri, troverai un bambino. Non esiste la pianificazione familiare e, anche se nessuno muore di fame, sono poveri. Le scuole elementari e medie sono gratuite, ma le superiori no. Molte famiglie non possono permettersi gli studi dei figli (o la considerano una spesa inutile) e cosí moltissimi adolescenti si dedicheranno a passeggiare per strada o aiutare nelle faccende domestiche come andare a prendere l´acqua o lavorare in campagna. Il loro futuro sará uguale a quello dei loro genitori.
A part from all of this, the lake is stunning and has western style comforts and accommodations where backpackers go thinking that this is Malawi. The northern part bordering with Tanzania is beautiful and like everywhere we met wonderful people. Because we have not been cycling dollars all the time. Sometimes, in 5% of the cases, people simply saw us as people, and those were very nice moments.
We entered Tanzania hoping in a change and luckily it happened. Surrounded by beautiful landscapes we found ourselves being part of a religious celebration where we ended up dancing with the local priest.
But this is another story…(pictures below)
Italiano
I viaggi sono cosí. A volte i paesi ti sorprendono positivamente ed altre invece ti deludono. La nostra ultima grande delusione era stato il Laos...finché non siamo entrati in Malawi. É curioso come ad alcuni questo paese sembri unico ed a noi non abbia fatto la stessa impressione...
Al contrario di quello che avevamo sentito dire, non abbiamo notato una grande differenza dal Malawi allo Zambia.. Senz´altro si é abbassata la varietá di verdure reperibili nei negozietti di strada e quella di prodotti disponibili sugli scaffali dei supermercati e la campagna é meno coltivata, ma in generale non possiamo dire di aver notato un gran peggioramento. Tutta la zona lungo l´immenso lago Malawi era fertile e coltivata e c´erano alberi di frutta dappertutto. Sembrava che le due occupazioni principali della gente fossero quelle di portare a casa acqua e lavorare il proprio pezzetto di terra (se ce l´avevano). Ma nonostante l´evidente povertá, tipica in gran parte dell´Africa, non abbiamo quasi notato differenze con lo Zambia. Cosí, quando vediamo immagini da paesi come lo Yemen, il Sudan del Sud e la Somalia, fatichiamo a capire che il Malawi sia considerato piú povero di paesi dove le persone non hanno assolutamente nulla da mangiare. Un paese con buon clima, pioggia, acqua in abbondanza, come puó essere paragonato a questi dove si muore letteralmente di fame?
Pensandoci bene, forse il Malawi ci ha delusi a causa dell´atteggiamento della gente. E puó darsi che la colpa non sia tutta della gente, ma che anche le ONG straniere abbiano qualcosa da dire al riguardo. Il paese riceve piú della metá del suo PIL dalla cooperazione internazionale. Alcune ONG (non tutte) sprecano denaro, creando impiegati locali a cui l´aiuto finale non importa nulla. “Vogliono solo aprofittarsi, sono soldi buttati”, ci hanno detto alcuni volontari occidentali che abbiamo conosciuto e che hanno dovuto svegliarsi dal loro sogno altruista quando hanno visto in situ quello che c´era dietro. Centinaia di volontari arrivano da tutto il mondo dedicando il loro tempo ad aiutare a migliorare la situazione della gente, ma poi scoprono che molti non sembrano essere disposti a farsi aiutare se ció comporta uno sforzo. Dei medici tedeschi che abbiamo conosciuto stavano per lasciare il paese perché stanchi dell´apatia locale. I volontari frustrati con cui abbiamo parlato si lamentavano tutti dell stessa cosa: “la gente in Malawi vuole i soldi, non fare sforzi”. Secondo quei volontari, sembrerebbe che in Malawi stiano bene come stanno, che non vogliano cambi nella loro esistenza, nemmeno quelli che comporterebbero un miglioramento nella loro qualitá di vita. É come se si trovassero a proprio agio nella loro posizione di “fanalino di coda”.
Dal primo momento in cui abbiamo messo piede nel paese, é stato scioccante sentirci come dei dollari su due gambe. Era come se, siccome siamo bianchi, si desse per scontato che c******o denaro. Addirittura bimbi di due anni, che non dovrebbero neache sapere cosa significa, ci chiedevano soldi quando ci vedevano. In realtá non é che chiedevano, esigevano: “dammi soldi!”, “dammi la tua bici!”, “dammi le scarpe!”, “dammi le borse!”, “dammi...qualcosa!” Quando ci fermavamo a mangiare all´ombra, venivamo immediatamente circondati da persone e alcuni esigevano “dammi il tuo cibo!”. Era il tono che ci esasperava, sempre con la stessa cantilena, ed alla fine ci ha fatti uscire dai gangheri e reso insopportabile pedalare per il paese. Altri vorranno essere politicamente corretti e non lo diranno, peró a noi quest´atteggiamento ha proprio disgustato.
In Malawi ovunque ti giri, troverai un bambino. Non esiste la pianificazione familiare e, anche se nessuno muore di fame, sono poveri. Le scuole elementari e medie sono gratuite, ma le superiori no. Molte famiglie non possono permettersi gli studi dei figli (o la considerano una spesa inutile) e cosí moltissimi adolescenti si dedicheranno a passeggiare per strada o aiutare nelle faccende domestiche come andare a prendere l´acqua o lavorare in campagna. Il loro futuro sará uguale a quello dei loro genitori.
Il governo non investe nell´educazione o nell´irrigazione, ad esempio. Dice di non avere i fondi, ma poi viene coinvolto in un enorme scandalo di corruzione con i soldi donati dall´estero...la stessa storia dappertutto!
A parte tutto questo, il lago é stupendo, con comoditá ed alloggi di qualitá occidentale, dove i vacanzieri passano il tempo pensando che questo sia il Malawi. La parte nord del paese, al confine con la Tanzania, é bellissima e come sempre abbiamo conosciuto persone meravigliose. Perché non sempre siamo stati visti come dei dollari su bici. A volte, nel 5% dei casi, la gente ci vedeva semplicemente come persone. E questi sono stati dei bei momenti.
Siamo entrati in Tanzania con la speranza che cambiasse qualcosa e fortunatamente é stato cosí. Immersi in paesaggi bellissimi ci siamo ritrovati a far parte di una celebrazione religiosa durante la quale abbiamo addirittura ballato con il prete del villaggio.
Peró questa é un´altra storia...
A parte tutto questo, il lago é stupendo, con comoditá ed alloggi di qualitá occidentale, dove i vacanzieri passano il tempo pensando che questo sia il Malawi. La parte nord del paese, al confine con la Tanzania, é bellissima e come sempre abbiamo conosciuto persone meravigliose. Perché non sempre siamo stati visti come dei dollari su bici. A volte, nel 5% dei casi, la gente ci vedeva semplicemente come persone. E questi sono stati dei bei momenti.
Siamo entrati in Tanzania con la speranza che cambiasse qualcosa e fortunatamente é stato cosí. Immersi in paesaggi bellissimi ci siamo ritrovati a far parte di una celebrazione religiosa durante la quale abbiamo addirittura ballato con il prete del villaggio.
Peró questa é un´altra storia...
Niños, niños y más niños. Malawi: el país es suyo! Children, children and more children: the country is theirs! Bambini, bambini e piú bambini: il paese é loro! |
Malawi es considerado uno de los países más pobres del mundo. Malawi is considered one of the world´s poorest countries. Il Malawi é considerato uno dei paesi piú poveri del mondo. |
“Y con esto vamos a preparar el desayuno”… “And with this we go and prepare breakfast”… “E con questo andiamo a preparare la colazione!”... |
Azungu! Todo bien? Azungu! What´s up? Azungu! Tutto bene? |
El lago Malawi, más que un lago parece un mar. Lake Malawi looks more like a sea than a lake. Il lago Malawi, piú che un lago, sembra un mare. |
Listos para pescar. Ready to fish. Pronti per pescare. |
Todo va al lago… Everything ends up in the lake… Tutto va a finire nel lago… |
La omnipresente “nshima”, la polenta africana… The omnipresent “nshima”, the African polenta... L´onnipresente “nshima”, la polenta Africana… |
A pleno sol, a mano, un héroe. Under the sun, handmade, a hero. Sotto il sole cocente, a mano, un eroe. |
Ayudando a desgranar la soja. Helping to dekernel soya. Aiutando a sgranare la soia. |
Unas cortan la planta, las otras los desgranan a mano… Some cut the plant, the others dekernel it by hand… Alcune tagliano la pianta, altre la sgranano a mano… |
Secando el arroz. Drying the rice. Asciugando il riso. |
Casi todo se hace igual a como se hacía hace un siglo. Nearly everything is made like a century ago. Quasi tutto viene fatto come un secolo fa. |
Malawi |
Belleza pura. Pure beauty Pura bellezza. |