martes, 25 de julio de 2017

Zambia: El país feliz / The happy country / Il paese felice

English below. Italiano sotto.

Sabíamos poco o nada del país cuando entramos y sin esperarlo, con gran alegría, salimos de él con la convicción de que un día volveríamos. Zambia nos dio la bienvenida definitiva al África real y nos vimos sorprendidos por unas gentes que derrochaban simpatía y buen rollo. Fue como si de repente entráramos en el país de la felicidad.

Por primera vez en lo que llevamos de África la gente usaba masivamente la bicicleta tanto como medio de transporte como para llevar de un lugar a otro todo tipo de mercancías. Y un país que se mueve al son de la bicicleta no puede ser un país amargado. Notamos un cambio en el paisaje, más verde y productivo, que se hacía notar en los mercados y en la abundancia de comida cultivada. Parecería que cada familia tuviera su pequeño huerto con el que se alimentaba y vendiera sus excedentes en improvisados puestos junto a la carretera. Nos llamaba la atención las cantidades interminables de sacos de carbón que de forma ilegal, pero a la vista de todos, se producen y transportan a todos los rincones del país. Las mañanas eran el mejor momento del día, que es cuando empezaba el movimiento, sin prisa pero sin pausa, de personas y bienes. Los coches eran un bien preciado vetado a la mayoría de la Zambia rural. A falta de ellos las bicis se convertían en sus sustitutos naturales así como los carros tirados por bueyes. Y los que no tenían bicicleta caminaban, que eran la mayoría. Las mujeres acudían al alba a los pozos de agua para cargar pesados bidones que llevarían a sus casas varias veces al día. Así como en Botswana se veían muchos niños llevando bidones de agua en burros, en Zambia el agua era llevada, como todo, sobre las cabezas de las mujeres, con una habilidad más propia de equilibristas de circo que de porteadoras. La vida, sin embargo, giraba en torno al maíz, del cual obtienen su famosa “nshima”, una masa idéntica a la polenta pero sin sal. No se concibe una mesa zambiana sin “nshima”. Las escuelas no faltaban, tanto de educación primaria como de secundaria y parecía que hacían bien las cosas porque el nivel de inglés de la gente era bastante alto.

Era sin duda un país pacífico y con una tolerancia religiosa que predicaba con el ejemplo. Fue revelador ver como Mikalo, un cristiano, cedió un pedacito de su terreno para que los musulmanes construyeran una pequeña mezquita que les sirviera como una parada estratégica para rezar si en su largo camino no llegaban a tiempo a destino para la hora del rezo. Mikalo también era, además, su guardián. Perdimos la cuenta del número de diferentes iglesias (o sectas) que “cuidaban” las almas zambianas y hemos de decir que su poder nos pareció preocupantemente alto. La influencia que predicadores exaltados y de dudosa entereza moral ejercían sobre personas tan fácilmente manipulables era devastadora. Este es un problema que nos tememos demasiado extendido en el continente. Otro, a pesar de que pueda ser políticamente incorrecto decirlo, es el descontrolado índice de natalidad. Había niños por todas partes. Costaba no ver niñas adolescentes que no llevaran en sus espaldas a bebés suyos o a niñas de ocho años llevando a sus hermanitos de igual manera. Y la curiosidad de los críos era infinita. Por primera vez (quizás por todas estas sensaciones es por lo que tenemos esa sensación de que era ahora cuando entrábamos realmente en África) los niños enloquecían a nuestro paso, gritando y persiguiéndonos sin descanso al omnipresente grito de “azungu!!!!”, todo, por un saludo correspondido.

Nuestra entrada en Zambia fue a lo grande, disfrutando desde el extraordinario Jollyboys Backpackers de la paz de Livingstone y de su mayor tesoro, las cataratas Victoria, un espectáculo de la naturaleza al que no fueron indiferentes exploradores de otra época. Atravesamos grandes plantaciones de caña de azúcar y en Lusaka vivimos y gozamos, gracias a Karin, el lujo de una burbuja europea, donde occidentales que creen vivir en África se aíslan del mundo real en bonitas urbanizaciones con todas las comodidades traídas de Europa. La segunda parte del país fue más montañosa y hubo que despertar a unas aletargadas piernas acostumbradas fácilmente a la sabana africana de semanas anteriores. En el camino disfrutamos del paisaje verde y frondoso y sufrimos de amores imposibles surgidos a la sombra de árboles milenarios. También asistimos al terror que infunden autobuseros suicidas obligados a pilotar en lugar de conducir. Al llegar a Chipata comprobamos que allí las bici-taxis dominaban las calles de la ciudad y asistimos curiosos a las lecciones de gastronomía local que nos dio Thelma, esposa de Francis, quién soñaba un día con ser el futuro presidente del país. Hablamos con buscadores de oro que nos contaban historias de magia negra y polígamos sin causa mientras ahogaban sus penas en alcohol. Y desde allí visitamos el que consideramos nuestro lugar favorito, el South Luangwa National Park, un oasis para animales de todo tipo que tratan de sobrevivir a la amenaza real de los cazadores furtivos. Allí vivimos momentos irrepetibles que serían tatuados con fuego en lo más preciado de nuestros recuerdos. Sería injusto olvidarnos del Wildlife Camp o del Croc Valley Camp, quienes nos tratarían con tanto cariño en sus fabulosos y salvajes reinos.

No fue fácil salir de aquel paraíso y menos ser conscientes que Zambia se nos acababa. En el puesto fronterizo de Malawi enseguida comprendimos que el cambio iba a ser palpable desde el primer metro.

Pero esa, será otra historia…(fotos debajo)


English

We knew little or nothing about the country when we entered it and, with great happiness and without expecting it, we left it with the certainty that we will be back one day. Zambia welcomed us to the real Africa and we were surprised by their friendliness and good vibes. of its people. It was like entering the country of happiness. For the first time since we were in Africa, we saw a huge use of bicycles as a transport mode for both people and goods. And a country that moves at the rhythm of a bicycle cannot be a sad country. We noticed the landscape changing, getting greener and more productive, and this was also reflected in the markets and the abundance of fruit and veggies.

It seemed that every family had its little orchard to feed themselves and to sell the surplus in little stalls on the street. We were surprised by the huge amount of charcoal bags that were produced and transported to every corner of the country illegally, but openly. Mornings were the best time of the day, when the slow but steady movement of people and goods began. Cars were a luxury good impossible to get for the majority of people living in rural areas. Without cars, bicycles and oxcarts became their natural alternative. And the ones who did not have bicycles, the majority actually, were walking. At sunrise women went to the bore holes to fill up heavy buckets that they would carry home many times a day. While in Botswana we saw many kids carrying buckets with donkeys, in Zambia water was carried, like everything, on the women´s heads, with the ability of an acrobat rather than a porter. Life was based on corn, from which they obtained their famous “nshima”, a sort of polenta without salt. There is no Zambian table without “nshima”. There was no lack of schools, primary as well as secondary ones, and apparently they were doing their job well because the English skills of people were pretty high.

It was without any doubt a peaceful country with a religious tolerance not only in words but also in facts. It was revealing to find out that Mikalo, a Christian, had given a little piece of land to Muslims so they could build a tiny mosque that would be a stopover for praying during particularly long journeys. Mikalo was also the caretaker of the place. We lost count of all the different churches (or sects) that were “taking care” of the Zambian souls and we have to say that their power seemed worryingly strong to us. The influence that fanatic preachers of doubtful integrity had on easily manipulated people was devastating. We fear that this problem is very common in the continent. Another one, even if it might not be politically correct to say this, is the uncontrolled birth rate. There were children everywhere. It was hard not to see teenagers carrying on their back their own toddlers or 8 years old girls carrying their brothers or sisters in the same way. And the children´s curiosity was infinite. For the first time (maybe because of all these emotions now we really felt we were in Africa) kids went crazy when they saw us coming, screaming and following us restlessly with the omnipresent scream of “azungu!!!” They would invest all their energy just to have a greeting back.

Our entry in Zambia was on a large scale, enjoying the extraordinary Jollyboys Backpackers, the tranquillity of Livingstone and its biggest treasure, The Victoria Falls, a nature´s wonder that hugely impressed explorers of other times. We crossed immense sugar cane plantations and in Lusaka, thanks to Karin, we enjoyed the luxury of an European bubble, where westerners who think they are living in Africa isolate themselves from the real world in nice neighbourhoods with all the European comforts. The second part of the country was more mountainous and we had to wake up our sleeping legs that so easily had got used to the flat African savannah of the previous weeks. We enjoyed the green and lush landscape and the shade of millenary trees. We also witnessed the terror created by suicidal bus drivers who are forced to race instead of driving. Arriving in Chipata we saw that bicycle-taxis were dominating the city´s streets and we assisted with curiosity to the culinary lessons given to us by Thelma, wife of Francis, who was hoping to become the new Zambian president one day. We talked with gold diggers who told us stories of black magic and causeless polygamists while they were drowning their sorrows in alcohol. And from there we visited our favourite place, the South Luangwa National Park, an oasis for animals of every kind who try to survive the real danger of poachers. There we lived unrepeatable moments that would be branded forever in our most precious memories. It would be unfair to forget about the Wildlife Camp or the Croc Valley Camp, who treated us with lots of affection in their fabulous and wild kingdoms.

It was not easy to leave that Paradise and even harder to realize that we were leaving Zambia too. At the Malawian border crossing we understood straight away that the change would be palpable from the first meter.

But this is another story…(pictures below)


Italiano

Sapevamo poco o nulla del paese quando ci siamo entrati e senza aspettarcelo, con grande gioia, ne siamo usciti con la certezza che un giorno ci torneremo. Lo Zambia ci ha dato il benvenuto nella vera Africa e siamo stati sorpresi dalla sua gente estremamente simpatica e di buon umore. É come se d´un tratto fossimo entrati nel paese della felicitá.

Per la prima volta da quando siamo in Africa abbiamo cominciato a vedere un uso massivo della bicicletta sia come mezzo di trasporto di persone che di merci. E un paese che si muove al ritmo della bicicletta non puó essere un paese triste. Abbiamo notato un cambio nel paesaggio, piú verde e produttivo, e ció si rifletteva anche nei mercati e nell´abbondanza di frutta e ortaggi. Sembrava che ogni famiglia coltivasse un piccolo orto per il proprio consumo e per la vendita delle eccedenze in negozietti improvvisati lungo la strada. Ci ha colpiti l´enorme quantitá di sacchi di carbone illegalmente prodotti e trasportati in ogni angolo delle paese sotto gli occhi di tutti. Il nostro momento preferito della giornata erano le mattine, quando lentamente ma senza pausa cominciava il movimento di persone e merci. Le automobili sono un bene di lusso fuori dalla portata della maggioranza degli abitanti delle zone rurali. Di conseguenza, vengono sostituite dalle biciclette e dai carri trainati da buoi. E chi non ha una bicicletta, cioé la maggioranza delle persone, cammina. Giá all´alba le donne si recavano ai pozzi d´acqua per caricare pesanti bidoni che avrebbero trasportato a casa varie volte al giorno. Mentre in Botswana molte volte si vedevano bambini trasportare l´acqua in groppa a degli asini, in Zambia l´acqua, come tutto il resto, veniva trasportata sulla testa delle donne con un´abilitá simile a quella di un´equilibrista piú che a quella di una portatrice. La vita girava intorno al mais, dal quale ricavano la loro famosa “nshima”, una massa uguale alla polenta, ma senza sale. Una tavola senza “nshima” é inconcepibile in Zambia. Le scuole, sia elementari che medie, non mancavano e sembrava che funzionassero bene perché il livello di inglese delle persone era abbastanza alto.

Era senza dubbio un paese pacifico che predicava la tolleranza religiosa non solo nelle parole, ma anche nei fatti. É stato significativo ascoltare come Mikalo, un cristiano, aveva ceduto un pezzetto di terreno a dei musulmani in modo che potessero costruire una piccola moschea, una fermata strategica per pregare se durante i loro spostamenti piú lunghi non fossero arrivati a destinazione in tempo per l´ora della preghiera. Mikalo, inoltre, era anche il custode della moschea. Avevamo perso il conto delle differenti chiese (o sette) che si “prendevano cura” delle anime zambiane e dobbiamo dire che il loro enorme potere ci é sembrato preoccupante. L´influenza esercitata da predicatori esaltati e di dubbia integritá su persone cosí facilmente manipolabili era devastante. Temiamo che questo sia un problema fin troppo diffuso nel continente. Come del resto lo é quello del tasso di natalitá incontrollato, anche se dirlo púo sembrare politicamente scorretto. C´erano bambini dappertutto, e dappertutto si vedevano ragazzine portare sulla schiena i propri neonati o bambine di otto anni portare i loro fratellini allo stesso modo. La curiositá dei bimbi era infinita. Per la prima volta (forse é per tutte queste sensazioni che solo in Zambia ci é sembrato di entrare veramente in Africa) i bambini impazzivano letteralmente al vederci passare, gridando e rincorrendoci senza sosta urlando la immancabile parola “azungu!!!”, solamente per ricevere in cambio un saluto.

La nostra entrata in Zambia é stata delle migliori, godendoci la pace di Livingstone dal bellissimo Jollyboys Backpackers e visitando le cascate Vittoria, il piú grande tesoro della zona, uno spettacolo della natura che aveva affascinato esploratori d´altre epoche. Abbiamo attraversato enormi piantagioni di canne da zucchero ed a Lusaka, grazie a Karin, ci siamo goduti il lusso di una campana di vetro europea, dove gli occidentali che credono di vivere in Africa si isolano dal mondo reale in bellissimi centri urbani con tutte le comoditá portate dall´Europa.

La seconda parte del paese é stata piú montagnosa ed abbiamo dovuto risvegliare le nostre gambe dal letargo, abituate com´erano alla pianura della savana africana delle settimane precedenti. Lungo il cammino ci siamo goduti un paesaggio verde e rigoglioso e l´ombra di alberi millenari. Siamo anche stati terrorizzati dai conducenti suicidi di autobus che sono costretti a pilotare invece che guidare. Arrivati a Chipata, dove le bici-taxi dominavano le strade della cittá, abbiamo assistito con gran curiositá alle lezioni di gastronomia locale dateci da Thelma, moglie di Francis, che sognava col diventare il futuro presidente dello Zambia. Abbiamo parlato con cercatori d´oro che, mentre affogavano i loro problemi nell´alcol, ci hanno raccontato storie di magia nera e di poligami. E da lí abbiamo visitato il nostro posto preferito, il South Luangwa National Park, un´oasi per animali di tutti i tipi che cercano di sopravvivere alla minaccia reale dei cacciatori di frodo. Lí abbiamo vissuto momenti irripetibili marcati a fuoco nella nostra memoria. Sarebbe ingiusto dimenticarci del Wildlife Camp o del Croc Valley Camp, che ci hanno trattati con tanto affetto nei loro meravigliosi e selvaggi regni.

Non é stato facile andarcene da quel paradiso e ancor meno renderci conto che il nostro tempo in Zambia stava finendo. Alla frontiera col Malawi abbiamo subito capito che il cambio sarebbe stato notevole dal primo metro.

Peró questa é un´altra storia...



Malaria a la vista. El pelotón de Cyclotherapy se prepara para la guerra total contra los mosquitos.
Malaria in sight. The Cyclotherapy team declares total war against mosquitoes.
Malaria in vista. La squadra di Cyclotherapy dichiara guerra totale alle zanzare.

Las famosas cataratas Victoria. El poder del agua. No tan espectaculares como las de Iguazú en Argentina pero dignas de ver…
The famous Victoria Falls. The power of water. Not as spectacular as Iguazú Falls, but definitely worth a visit…
Le famose cascate Vittoria. La potenza dell´acqua. Non sono cosí spettacolari come le cascate di Iguazú, ma meritano senz´altro una visita.

Avanzando hacia el norte (viniendo de Namibia y Botswana) poco a poco se empieza a ver más vegetación y agua. Esto repercute en las verduras que se encuentran en los mercados. Para nosotros fue una bendición encontrar berenjenas, aguacates, tomates, coles, patatas, etc, en abundancia.
Heading North (coming from Namibia and Botswana) we slowly start to see more vegetation and water. This improves the variety of vegetables that we can find on the markets. It was a pleasure to find heaps of eggplants, avocadoes, tomatoes, cabbages, potatoes…
Proseguendo verso il nord (venendo dalla Namibia e dal Botswana) abbiamo cominciato a vedere piú vegetazione e acqua. Ció implica un gran miglioramento nella varietá di verdure disponibili nei mercati. É stata una meravigliosa sorpresa trovare melanzane, avocado, pomodori, verze, patate, ecc. in abbondanza...

Los plátanos no faltan y las familias los venden en frente de sus casas. Muchas veces los niños hacen de vendedores.
There are bananas in abundance and families sell them in front of their homes. Many times the stalls are attended by kids.
Le banane non mancano e le famiglie le vendono fuori dalle loro case. Molte volte i bambini si incaricano delle vendite.

Sorpresa maravillosa: a falta de coches en Zambia la bici es muy usada y apreciada, siendo utilizada para transportar de todo, desde mercancías hasta la familia entera…
Wonderful surprise: cars are scarce in Zambia and bicycles are heavily used and appreciated, being the mode of transport for any possible good, including the whole family…
Meravigliosa sorpresa: le automobili sono poche in Zambia e la bicicletta é molto utilizzata ed apprezzata, essendo il mezzo di transporto per tutti i tipi di merci, inclusa la famiglia intera...

Otro sorpresón: los zambianos son una gente súper simpática y nuestro enamoramiento con ellos fue inmediato. Siempre atentos y sonrientes fue un placer pedalear por el país, uno de nuestros preferidos en todo el viaje.
Another huge surprise: Zambians are extremely nice and we loved them straight away. They were always courteous and smiley and it was a pleasure to cycle this country, one of our favourites of the whole journey.
Un´altra graditissima sorpresa: gli zambiani sono simpaticissimi e ci sono piaciuti molto dal primo momento. Sempre cortesi e sorridenti, é stato un piacere pedalare per questo paese, uno dei nostri favoriti di tutto il viaggio.

Las mujeres en África son unas heroínas. Hacen todo. La tarea diaria de ir a buscar agua es tarea casi exclusiva de mujeres y niños. Esto les ocupa una buena parte del día y les pasa factura físicamente al transportar cubos de 20 litros en la cabeza. Sin embargo se lo toman con alegría y aprovechan el momento para socializar con otras mujeres.
African women are heroes. They do everything. The daily task of fetching water is mainly a women´s and children´s job. This takes most of the day and is physically very demanding, as they carry 20 litres buckets on their heads. Nevertheless, they take it lightly and take advantage of this moment to socialize with other women.
Le donne africane sono delle eroine. Fanno di tutto. Il compito giornaliero di procurare acqua é quasi esclusivamente un lavoro di donne e bambini. Ció occupa la maggior parte della giornata ed é fisicamente debilitante, visto che trasportano secchi di 20 litri sulla loro testa. Nonostante tutto, reagiscono con buon umore ed aprofittano del momento per socializzare con altre donne.

Las mujeres tienen una habilidad mágica para transportar mercancía en sus cabezas. Es algo que se aprende de pequeño…
Women have this amazing skill of transporting goods on their heads. They learn it when they are still children…
Le donne hanno questa incredibile capacitá di trasportare merci sulle loro teste. É un´abilitá che imparano da piccoline...

África es un continente muy joven, quizás demasiado. El control de la natalidad se nos antoja el primer paso hacia su progreso.
Africa is a very young continent, maybe too young. When thinking about Africa´s progress, birth control is the first step that comes to our mind.
L´Africa é un continente giovanissimo, forse fin troppo. Il controllo delle nascite é il primo passo a cui ci viene da pensare per il suo progresso.

Cuando no tienen otro medio de subsistencia muchos se dedican a hacer carbón para venderlo como combustible para cocinar. El gobierno lo ve con preocupación por la tala de los árboles pero mira a otro lado y no da alternativas. Si invirtieran en cocinas solares otro gallo cantaría…
For lack of other income, many people start to produce charcoal to sell it as fuel for cooking. The government considers the resulting deforestation as a problem, but gives no alternative solutions. If they would invest in solar stoves maybe things would change…
In mancanza di altre fonti di reddito, molte persone cominciano a produrre carbone per venderlo come combustibile per cucinare. Il governo considera la conseguente deforestazione un problema, ma in realtá non offre soluzioni alternative. Se investissero in fornelli solari forse la situazione cambierebbe...

Escuelas salvadoras… Zambia cuida la educación y las escuelas abundan, no como en Malawi (pero esa es otra historia…)
Our beloved schools…Zambia takes care of the education and there are many schools, not like in Malawi (but this is another story)
Benedette scuole…lo Zambia si prende cura dell´educazione e ci sono scuole in abbondanza, non come in Malawi (ma questa é un´altra storia...)

Nos tocó ver de todo, desde camiones que se incendiaban, atropellos de animales y hasta cadáveres tirados junto a un autobús accidentado por exceso de velocidad. En la bici y en el arcén íbamos más seguros…
We saw everything: trucks in flames, crushed animals and even dead bodies lined up at the side of a bus that ended up in a ditch because of speeding. We felt safer on a bicycle, riding along the shoulder…
Ci é capitato di vedere di tutto: camion in fiamme, animali investiti e addirittura cadaveri allineati vicino ad un autobus finito in una scarpata a causa dell´alta velocitá. Ci sentivamo piú sicuri in bicicletta, pedalando lungo la banchina...

Capital zambiana del azúcar pero….dónde está el guarapo?
Zambia´s largest sugar producer but…where is the sugar cane juice?
La cittá che produce la maggior quantitá di zucchero in Zambia ma…dov´é il succo di canna da zucchero?

La gente entretiene al estómago con caña de azúcar, que pela con la boca mientras camina o pedalea.
People distract their stomachs with sugar cane. They peel it with their mouth while walking or cycling.
La gente distrae lo stomaco con la canna da zucchero, che pelano con la bocca mentre camminano o pedalano.

Nuestro tendero favorito. Hasta nos regalaba caramelos por nuestra fidelidad…
Our favourite shop. The owner even gave us candies because of our loyalty…
Il nostro negoziante preferito. Ci regalava addirittura caramelle per ringraziarci della nostra fedeltá...

Tranquilidad total. Las mujeres llevan calabazas en sus cabezas e inclusive se dan el lujo de girarse a saludar…
Complete tranquillity. Women transport pumpkins on their heads and are even able to turn around and greet…
Tranquillitá assoluta. Le donne trasportano zucche sulla loro testa e riescono addirittura a girarsi per salutare…

Niñas aprendiendo la dura tarea de llevar agua a casa…
Little girls learning the tough task of bringing water home…
Bambine imparando il duro compito di portare acqua a casa…

Un poblado algo particular. En general las cabañas tienen paredes de barro y son sencillas y sin lujos pero casi siempre sus propiedades están bien cuidadas, limpias y barridas de hojas.
A quite unusual village. Generally the huts have mud walls and are simple and without frills, but mostly the properties are well kept, clean and without leaves on the ground.
Un villaggio abbastanza insolito. Normalmente le capanne hanno le pareti di fango e sono semplici, ma le proprietá sono quasi sempre molto curate, pulite e ben spazzate.

Malditos seres humanos…Cuántos cientos de animales muertos hemos visto aplastados en las carreteras del mundo?
Damned humans…How many hundreds of dead animals have we seen along the world´s roads?
Maledetti umani…Quanti animali morti abbiamo visto lungo le strade del mondo?

Quien no se rinde no pierde…Vender, lo que sea, pero vender, esa es la cuestión.
Never give up…To sell whatever, but to sell, this is the point.
Non rinunciare mai…Vendere, non importa cosa, ma vendere, questo é il punto.

La habilidad con la que las mujeres amontonan la mercancía es casi circense. Sería interesante verlas trabajar en el viento de la Patagonia…
The women´s ability in piling up goods reminds us of acrobats in a circus. It would be interesting to see them work in the Patagonian winds…
La destrezza con cui le donne ammucchiano merci é degna di un´equilibrista del circo. Sarebbe interessante vederle lavorare nel vento della Patagonia...

El maíz es la base de la alimentación. De él obtienen una harina con la que cocinarán su famosa “nshima”, una polenta sin sal que comen diariamente acompañada de verduras o carne. La “nshima” por cierto, se come con las manos.
Corn is the staple food in Zambia. People obtain flour from it, and with this they cook their famous “nshima”, a polenta without salt that is eaten daily with vegetables or meat. “Nshima”, by the way, is eaten with the hands.
Il mais é la base dell´alimentazione in Zambia. Ne viene ricavata una farina con la quale si cucina la famosa “nshima”, una polenta senza sale che viene consumata giornalmente con verdure o carne. La “nshima” si mangia con le mani. 
 

Un ritmo de vida más pausado…Muchas veces pensamos lo bonito que sería recuperar este ritmo en Europa. Volver al campo es la solución…
A more relaxed rhythm of life…Often we think that it would be nice to go back to this rhythm in Europe. To go back to the countryside is the solution…
Un ritmo di vita piú rilassato…Molte volte pensiamo che sarebbe bello tornare a questi ritmi in Europa. Tornare alla campagna é la soluzione...

Para la eternidad. Gracias chicos.
Thank you kids.
Grazie bambini.

Cada parada es un imán para los niños, ya sea cuando paramos a comer a un lado de la carretera o cuando arreglamos pinchazos. Su curiosidad por los “azungu” es ilimitada. La palabra “azungu” significaría “extranjeros” y nos la repiten más de mil veces al día.
Every stop attracts lots of children, be it when we are having lunch or fixing a flat tyre. Their curiosity for us “azungu” is unlimited. The word “azungu” means “foreigners” and they scream it to us thousands times a day.
Ogni nostra fermata attrae orde di bambini , sia quando pranziamo che quando dobbiamo riparare forature. La loro curiositá per noi “azungu” é illimitata. La parola “azungu” significa “stranieri” e ci viene gridata migliaia di volte al giorno.

Uno de los mejores recuerdos que guardamos es ver su cara de excitación cuando se ven en la cámara después de habernos hecho una foto. Esas caras se nos antoja que ya no se ven en las nuevas generaciones de niños de occidente…
One of our nicest memories is their expression of excitement when they see themselves on the camera´s screen after taking a picture. We suspect that you can not see these kinds of faces anymore among western kids…
Uno dei nostri ricordi migliori é il vedere le loro facce eccitate e gioiose quando si guardano nello schermo della macchina fotografica. Abbiamo il dubbio che queste espressioni non si vedano piú tra i bambini occidentali di nuova generazione...

Los girasoles nos gustaron. Era una buena parada para beber agua y sacarles una foto. De repente la chica de azul apareció como un rayo de entre los girasoles y nos exigió que le sacáramos una foto a ella. Al poco llegaron sus amigas. Sacamos la foto. Cuando nos despedíamos nos pidió dinero. Estábamos cerca de Malawi…
We liked these sunflowers. It was a good excuse to drink water and take a picture. Suddenly the girl dressed in blue appeared through the sunflowers and wanted to take a picture with us. After a moment her girlfriends arrived. We took the picture. When we said goodbye she asked us for money. We were getting closer to Malawi…
Ci piacevano questi girasoli. Erano una scusa perfetta per bere dell´acqua e fare una foto. All´improvviso la ragazza vestita di blu é apparsa tra i girasoli e ci ha chiesto di fare un foto con lei. Subito dopo sono arrivate le sue amiche. Abbiamo scattato la foto. Quando stavamo salutando, ci ha chiesto soldi. Ci stavamo avvicinando al Malawi...

Encontrarse un elefante en el camino no es lo que más deseábamos. En dos semanas tres personas de los alrededores murieron aplastadas por elefantes cuando iban para sus casas en bicicleta…
To meet an elephant on the road was not what we were hoping for. In 2 weeks three people of the area had been killed by an elephant while they were riding their bicycle home…
Incontrare un elefante per strada non era certo un nostro desiderio. In 2 settimane tre persone della zona sono state uccise da un elefante mentre pedalavano verso casa...

La belleza superlativa ante ti.
The superlative beauty in front of you.
La bellezza superlativa davanti ai tuoi occhi.

Maaaaaaaaaaaaaaaaaaami!

Disfrutamos hasta morir de felicidad en el South Luangwa National Park. Aquel fue otro atracón de animales del que fue difícil recuperarse. El cruce del río Luangwa de una manada de elefantes fue un momento que nos será imposible olvidar.
We enjoyed the South Luangwa National Park beyond words. Another wonderful overdose of animals. These elephants crossing the Luangwa River are a sight that we will never forget.
Ci siamo goduti il South Luangwa National Park fino quasi a morire di felicitá. Un´altra meravigliosa overdose di animali. Non ci dimenticheremo mai di questi elefanti attraversando il Rio Luangwa.

La hora mágica.
The magic hour.
L´ora magica.

Bye Bye Luangwa…Volveremos!
Bye Bye Luangwa…We will be back!
Bye Bye Luangwa…Torneremo!

Bye Bye Zambia!!!!!!! Volveremos!
Bye Bye Zambia!!!!!!! We will be back!
Bye Bye Zambia!!!!!!! Torneremo!

6 comentarios:

  1. Excelentes fotos, increible el relato. Me hizo lagrimear imaginarme la cara de los niños al verse en la cámara, es algo único.... La felicidad que expresan con tan pocas pertenencias que tienen, es digno de admirar....
    A seguir x buenas rutas amigos!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Ederra kronika eta argazkiak. Gozada bat zuekin bidaia jarraitzea. Afrika, hain gertu, hain urrun, laster arte eta segi egun eta pedalada bakoitzaz gozatzen, handiak zarete!

    ResponderEliminar
  3. Hello! Such wonderful photos! Les and I are hoping that you are having safe travels in Africa. We have had terrible fires here in British Columbia. None that got to Prince George so far, but no doubt you would not recognize some of the places that you cycled through. Take care. Barb and Les Barna

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. It is so nice to hear from you! But we are sad about the fires...hopefully the earth will recover soon!!!!! big hugs!!!!

      Eliminar